Por Alejandro Mosquera
Aves de rapiña sobrevuelan nuestro territorio
Tratar de analizar la situación después de la votación en general necesita de una mirada integral de cómo se disponen las fuerzas en el país.
Desde nuestro punto de vista podría afirmarse que se conformó la coalición política que gobierna la argentina que conducen Javier Milei/Luis Caputo/Federico Sturzenegger desde el ejecutivo y el Pro/UCR/CC y Pichetto, seguidos sin ningún peso por los que se venden por un artículo.
Se conforma alrededor de un programa básico neoliberal, varias veces fracasado en el país y en el mundo: autorización de superpoderes en el presidente para minimizar o arrasar con el Congreso Nacional, libertad para endeudarse sin rendir cuentas, privatizaciones de las empresas nacionales, achicamiento del estado en las áreas de educación, cultura, y derechos en general, ajuste de gastos y licuación de salarios, jubilaciones y planes sociales vía la super-inflación consentida y estimulada, despidos de empleados públicos, y promoción de despidos en los privados, desindustrialización y promoción de un país con exportaciones del agro y minerales, y entrega de las tierras nacionales y bienes naturales disfrazadas de inversiones que es una forma de saqueo colonial y robo también a las generaciones futuras.
BlackRock, Elon Musk, los grupos empresarios de AEA y otras grandes corporaciones muestran que son las verdaderas fuerzas del cielo. Esperan que Milei destruya los límites y barreras de defensas del interés nacional para fagocitar el país.
Se podrán en los discursos en el Congreso o en la tv y redes tratar de explicar que se reúnen alrededor de ese programa por la crisis que vive el país por las responsabilidades de los gobiernos anteriores, pero lo cierto que la crisis presenta diferentes opciones de superación, este es el rumbo que eligen.
El otro hilo que unifica a la coalición que gobierna es el anti-peronismo, el anti-izquierdismo, y de las variantes políticas que tengan que ver con el comunitarismo, el humanismo. No es un elemento menor porque incide en la cultura social y en las burocracias como las fuerzas de seguridad de que el que piensa en algunas de esas coordenadas es susceptible del accionar represivo del estado por sola presencia. Un dato de ejemplo es al presidente del bloque del LLA diciendo el jueves en reportajes callejeros después de la tremenda represión: “no se reprime a la gente, sino a los militantes”. Demasiado conocido esta línea argumental porque justifica la violencia contra el “otro diferente” a la gente de bien. La construcción de enemigos internos es parte central de la manipulación de la opinión pública.
En las intervenciones finales de los presidentes de bloque de la UCR Rodrigo de Loredo, del PRO Cristian Ritondo y de LLA Oscar Zago, también tuvo peso el anti-peronismo, en especial del radical ya que utilizó lo peor de ese tipo de discurso, su objetivo central en ese gorilismo acérrimo es ocultar la razones verdaderas, no explicar por qué estaban votando el desmantelamiento de la democracia, los superpoderes, y las privatizaciones.
Un dato del rumbo que se avaló lo explicita con transparencia el diputado preferido del presidente: Alberto “Bertie” Benegas Lynch “No hay nada más injusto que la justicia social. Sacarle a algunos lo que les pertenece para dárselos a otros es inmoral”.
Es decir lo injusto no fue sacarle las tierras a los pueblos indígenas por un genocidio, lo injusto no es sacarle la plusvalía a los trabajadores y pagarle lo menos posible para que al día siguiente vuelvan a trabajar, lo injusto no es que nos endeuden para fugar y después tengamos que pagar su enriquecimiento todas y todos, lo injusto no es que ellos quieran robarse el fondo de garantía de los jubilados, no es injusto que ellos y los bancos se hayan robado los ahorros de millones de compatriotas en el 2001 con Cavallo a la cabeza. Lo injusto no es que ellos quieran malvender el ahorro de nuestro pueblo que se expresa en nuestros bienes naturales y las empresas públicas. Lo injusto para ellos es que los inmensamente ricos paguen impuestos y que con ellos se logre que haya educación, jubilaciones, salud, seguridad para la sociedad en su conjunto.
Miguel Ángel Pichetto, gran polemista, que fue clave en ayudar a Martin Menem y Zago para que no desbarrancaran en la intención de aprobar la ley tuvo dos momentos que explican sus posiciones. Uno lo explicó el presidente del bloque de LLA en su cierre cuando sostuvo que Pichetto le había dicho no se preocupen “ Uds. se llevan la ley y nosotros (se refiere a todos los diputados) nos quedamos con los discursos”. Y luego en una respuesta a Santiago Cafiero que quiso justificar (al injustificable gobierno de Alberto Fernández) sostuvo “Prefiero la traición a la irrelevancia”.
El otro punto explícito del programa de la represión es el aval de la represión estatal al derecho democrático a manifestarse y la libertad de prensa vía la represión a trabajadores periodistas, fotógrafos, camarógrafos y movileros. Es seguro que esta parte del programa de la coalición gobernante no es acompañado por los miles de radicales, del Pro y aún de peronistas e independientes que votaron a Milei. Pero en la dirigencia por lo menos en la que se expresa en diputados y en los que forman parte del gobierno si es un punto de consenso. Que la utilicen a Patricia Bullrich como máscara por su descaro represivo, no quita la responsabilidad de todos ellos. La ministra Bullrich se ofrece para ser utilizada y luego tirada, convertida en un personaje menor, así paga el diablo.
El martes próximo sigue el debate ahora en particular, también allí se pondrá blanco sobre negro aún mas la actitud de cada diputado. Y los gobernadores oficialistas esperan en el Senado a Milei cuando la ley ómnibus llegue a la Cámara alta para sacarle “concesiones”, que no son en beneficio de sus pueblos. Mas conocedores de los consensos obligados que tiene que lograr el gobierno se frotan las manos.
La aprobación de la ley en general desde un punto de vista más allá de las reducciones en artículos debe leerse como un triunfo de Milei, y a la vez de conformación de una coalición política que trabajara por sostenerlo.
Sin embargo, desde otro punto de vista más integral no se puede dejar de analizar que el debate, las movilizaciones tanto en la plaza de los Congresos, en el Paro nacional, en la infinidad de demostraciones en todo el territorio nacional, en el impacto en la sociedad de un mes de gobierno, aunque una parte piense que es responsabilidad de Alberto Fernández y Sergio Massa, se transformó en un gran desgaste para el presidente Javier Milei y su equipo.
Esto no desespera solo al presidente y su círculo, sino a toda la coalición en especial al PRO, a los Radicales, y al grupo de Pichetto, porque un desbarranque se los puede llevar puestos. Para una gran parte de ellos está todavía vivo el repudio popular en el 2001.
Todos sabemos que el Paro y las movilizaciones son parte de un proceso de reorganización del movimiento popular. Que cuando la práctica de la resistencia crece, también crece la conciencia, y se necesitan nuevos actores y ese es la fase que se vive.
Se necesita un plan de lucha y una forma de coordinación de estas, para darle potencia y unidad. Para que el gobierno no utilice a sus provocadores para deslegitimar el reclamo, para cuidar a los resistentes. El papel de la CGT, las CTAs, y los movimientos sociales será clave para lograrlo.
La crisis del movimiento nacional y popular
Este mes también develó aún más la crisis de nuestro movimiento. En el número anterior analizamos el corrimiento a la derecha de la hegemonía en él y en los frentes electorales, que nunca llegaron a ser frentes políticos verdaderos.
Pero estos días mostraron más claramente que los vuelcos a la derecha no solo expresaban cierto oportunismo electoral sino una tendencia más profunda que lesiona a todo el movimiento.
Tomemos algunos ejemplos para ilustrar nuestro pensamiento. En el gobierno de Milei además de Cavallo, también hay cuadros del menemismo, algunos muy destacados. Hay en ellos un sentimiento de revancha contra la versión progresista que expresó Néstor. Pero también son varios los dirigentes y funcionarios del gobierno de Alberto Fernández y Sergio Massa que permanecen en el gobierno: tales como…
También la fractura del bloque de UxP para acompañar a Milei que impulso el gobernador de Tucumán Jaldo expresa son síntomas graves de lo que describimos. Un cas testigo es la designación como secretario de Turismo, Deportes y Ambiente de Daniel Scioli. Más allá de la persona de Scioli o de su transfuguismo personal, desde el punto de vista del Movimiento el tema principal es que fue Vicepresidente de Néstor, Gobernador de la Provincia de Buenos Aires por el Frente para la Victoria, candidato presidencial del mismo Frente, y quiso presentarse como candidato de UxP en el 2023. Su “pase” al mileísmo, expresa una crisis ideológica y política, de valores, que el movimiento nacional y popular debe enfrentar para poder desarrollar una estrategia no solo para acceder al poder sino para transformar la argentina en el sentido de soberanía y justicia social.
Siempre el peronismo fue un movimiento “atrapalotodo”, en el sentido que busca votos, militantes y dirigentes de un amplio espectro, pero pasarse con armas y bagajes al campo del enemigo de la soberanía, de los derechos laborales, de la justicia social, expresa nuevamente una crisis de envergadura que no sirve minimizar.
El país necesita un Frente nacional amplio para reconstruir el país que nos va a dejar la coalición de gobierno para lograrlo hay que mirar de frente los problemas, sobre todo que lo que hoy ocurre con la presidencia de Milei no solo es responsabilidad de los apoyos de Juntos por el Cambio, sino del mal gobierno de Alberto Fernández, y de las deserciones en cuestiones claves como fue la legalización de la deuda externa de Macri, respaldada en el Congreso Nacional por una parte de UxP donde cohabitaron legisladores del peronismo y de la mal llamada centro-izquierda.
Esa reconstrucción necesita de un programa de transformación profundo, aquí es donde conviene revalorar el Plan de la Patria de Soberanxs, los programas históricos del movimiento peronista, los de las CGTs, y de las CTA y de la izquierda como tantos otros.
Los sectores de la izquierda nacional y popular que son muchos, de las agrupaciones, movimientos y partidos que luchan por transformar el país deben construir una articulación común, un frente que ayude a resistir y sobre todo a diseñar un país justo y soberano. Repetir delegaciones extremas, concesiones a las derechas conservadoras, a los timoratos de siempre, es un camino erróneo tanto ayer como hoy, pero peor si quieren abrir el futuro trayendo el peor pasado.
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El gobierno de Milei se erige como enemigo de la patria y su pueblo. Aglutinó a los que tienen como ideología predominante o única, el amor al poder político y el dinero. Ante el DNU en que se manifestó la venta de la patria y el hambre del pueblo, surgió la resistencia. Surgieron cacerolazos y asambleas barriales y movilizaciones en pueblos y ciudades de todo el pais y el paro general del 24E, que la burocratizada CGT se vio obligada a convocar por peligrar su propia existencia. Todo esto viene configurando una vez más el pueblo como sujeto de la historia. El pueblo en estado de asamblea requiere para la defensa de la patria y el pueblo que su movilización sea masiva y abarque a todos los sectores, partidos, movimientos del campo nacional y popular. De esta movilización surgirán y se consagrarán los liderazgos que expresen un proyecto de Nación y cómo realizarlo, alternativo al que está llevando a cabo la antipatria. Las fuerzas represivas no podrán frenar las movilizaciones masivas que esta lucha lleve a cabo, como se comprobó con el paro del 24E que fue masivo, imparable y de alcance nacional e internacional.
Para hacer un buen adobe hace falta de todo, hasta bosta. Decía Perón. Pero la bosta no puede ser mayoría.
Los tiempos se acortan, el pueblo, que votó a Milei, comienza a pasar hambre, la organización no debería ser de superestructuras. En fin, algo superador está faltando
Es siempre el mismo desafío: lograr la unidad del pueblo para liberar Argentina, con firmes convicciones respecto a la dureza de la lucha y a la solidaridad que demanda. Bien por la persistencia de los ideales patrióticos.
Estoy de acuerdo compañero tenemos que formar un frente de oposición a esta derecha
Siempre claro en tus análisis