
Por la liberación y la felicidad de nuestro pueblo
Por la libertad de Cristina y de todas y todos los compañeros
Este 17 de octubre se cumplen 80 años de aquel día histórico de 1945, cuando el pueblo argentino salió a las calles para rescatar a su líder y asegurar la conquista de sus derechos. La detención del coronel Perón fue entonces la señal de que pretendían desarmar los avances logrados, de que la soberanía volvía a estar en juego bajo la presión de la oligarquía y de los Estados Unidos.
Nuestro pueblo construyó un parteaguas: el protagonismo de los trabajadores, de los humildes, de las clases subalternas irrumpió con fuerza. Había una energía nueva y también la memoria viva de infinitas luchas que dieron forma a un nuevo actor político que se contaba por millones. La élite oligárquica y sus seguidores odiaron la irrupción de los descamisados, de los obreros, de las mujeres. La política había cambiado: nacía una nueva Argentina. Para unos era un “aluvión zoológico”, para otros, “el subsuelo de la patria sublevado.

En las últimas horas con la reunión en la Casa Blanca quedó aún más claro que Milei, Caputo, Bullrich entregaron el comando del gobierno argentino al poder ejecutivo de Norteamérica, consagrando una de las traiciones al país más grotescas que hayamos vivido. Cada argentino, vote como vote, con la creencia política que tenga, que ama a su país habrá sentido vergüenza. Y bronca por el chantaje al pueblo que hizo el presidente Trump ordenando qué debíamos votar.
Para ello han reclutado una banda compuesta por lo peor de la política: la narcopolítica, los estafadores de la bicicleta financiera, la carroña residual del menemismo y los que se venden por 30 monedas.
Pero los pueblos siempre vuelven. Ellos lo saben y trabajan para retrasar la nueva oleada popular. Por eso detienen a compañeros del movimiento nacional y popular; por eso persiguieron a Milagro, Amado, Julio y tantos otros; reprimieron a jubilados y agredieron a opositores, artistas, periodistas y científicos.

El punto central de este plan ha sido la persecución política, mediática y judicial contra la presidenta del Partido Justicialista y principal lideresa popular: Cristina Fernández de Kirchner. Intentaron destruirla, soñando con la vieja idea de que “muerto el perro se acaba la rabia”. Por eso planificaron su asesinato a través de sicarios, mientras los verdaderos mandantes del intento de magnicidio permanecen impunes. La bala que no salió aceleró la mentira y la arbitrariedad judicial, la sentencia.
Llega a tal punto la injerencia del imperialismo que el nuevo embajador Peter Lamelas declaró públicamente: “Mi papel es asegurarme de que Cristina Fernández de Kirchner reciba la justicia que bien merece”. Y para mostrar con claridad la injerencia de la embajada, agregó: “Tenemos que seguir apoyando a la presidencia de Milei durante las elecciones de mitad de mandato y hasta el próximo período, para poder construir una mejor relación entre nuestros dos países”.
Convertido en delegado/arrastrado de Trump, Javier Milei busca congraciarse con el poder y confiesa que fue él quien decidió meter presa a la expresidenta, mostrando a las claras la decisión política de la persecución, que además es inconstitucional. Quien quiera oír, que oiga. La verdad emerge cada vez con más fuerza.
Persiguen a Cristina y buscan borrar la memoria de Néstor, porque su legado demuestra que otro camino es posible: el de la soberanía, el trabajo, la justicia social y la independencia económica. Que es posible construir una Argentina sin hambre, con desarrollo científico, educativo y productivo; y que se puede mirar de frente a cualquier potencia extranjera con dignidad y autonomía.
El poder real pretende que, cuando este experimento grotesco de Milei y sus cómplices caiga, el llamado “camino del medio” aparezca fortalecido, las ganancias de los grupos concentrados aseguradas y los derechos de los trabajadores destruidos. Buscan que la patria siga desprotegida, que el movimiento nacional y popular permanezca dividido y que los patriotas resulten inviables como opción de poder.
La lucha continúa. Por eso, los Círculos de la Resistencia convocamos a marchar y participar de la caravana del 17 de octubre a las 17 horas hacia San José 1111.
Y en las movilizaciones y actos en todo el país
Por la memoria, por la liberación y la felicidad de nuestro pueblo.
Contra el proyecto colonial.
Por la libertad de Cristina y de todos los compañeros.
Ayer “Braden o Perón”, hoy “Trump o Pueblo”
Junta Promotora de los Círculos de la Resistencia:
Pedro Peretti – Padre Eduardo de la Serna – Padre Paco Olveira- Natalia Salvo – Alejandro Mosquera –
Francisco Tete Romero – Jorge Elbaum – Gustavo Campana – Eduardo Sigal
Profesor Fernando Signorini – Marina Glezer – José Pepe Sbatella – Javier Vicente (periodista)
Darío Baiocco (Pte. Comunal Máximo Paz, Sta. Fe) – Pablo Jesús Giorgis (Pte. Comunal Santa Isabel Sta. Fe)
Luciana Glezer (periodista) Camilo Gómez Montero (cineasta) – Ángel Strapazzon (MoCaSE) – Jorge Rivas
María Eugenia Mengarelli (Pergamino) – Tomas Lujan (E. Ríos) – Gonzalo Goyechea (Pte.Comunal María Teresa Sta. Fe)
Federico Tonarelli – Carlos Resio (Espacio Chacabuco Misiones) – Andrés Cedrón (cineasta) – Luis Gatti (Laboulaye)
Ana Conti (La Patriada de Tres Arroyos) – Mario Dahul y Miguel Ángel Bayón (Necochea/Puerto Quequén)
Daniel Sosa (Colón) – Juan José Moreno (Juncal, Sta. Fe) – Pablo Micheli
-Víctor Giusto (Dec. Depto. UNA) – Ana Pastor – Rubén Bazán (San Pedro, Buenos Aires)