Imagen: Alejandro Leiva

Por Pedro Peretti*

En Argentina, el 10 de junio del 2025, con el encarcelamiento de CFK, y su inhabilitación a perpetuidad para ejercer cargos públicos se consumó un auténtico Golpe de Estado. Novedoso en los procedimientos, pero clásico en sus objetivos de proteger los intereses de los grandes grupos económicos nacionales y extranjeros. Los golpes de nuevo cuño, como los definimos, difieren de los tradicionales en que ya no se usa a las FF.AA, tradicional brazo ejecutor de los quiebres institucionales, en su lugar actúa el Partido Judicial, cuya conducción orgánica ejerce la Corte Suprema de la Nación. Por supuesto con la siempre inestimable ayuda de los colaboradores “civiles” de toda época, como son los medios de comunicación, una parte de los gremialistas, casi todo el “campo”, empresarios, y los políticos profesionales.  En fin, el elenco estable del golpismo vernáculo, siempre al servicio de los sempiternos intereses creados. Sólo que ahora el ejecutor se viste de toga, en vez de usar ropa de fajina.

El poder omnímodo de la Corte, sobre la vida social, política y económica nos los describe, con precisión de cirujano, el Dr. Daniel Erbetta. Éste es uno de los juristas más prestigiosos de nuestro país, de origen radical, presidió la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, hasta el año 2023, y actualmente es vocal. …

…No puede aceptarse que haya una CSJN a nivel nacional de tres miembros, eso es lisa y llanamente un disparate institucional; que le está generando a la Argentina un problema institucional muy grave. Es casi una sala de una Cámara Civil, es la Corte más chica del mundo occidental, es la Corte más chica de la Argentina, no hay provincia que tenga una Corte de tres miembros…”

Hay que tener muy presente que dos de los tres cortesanos, que protagonizan ese disparate institucional, que marca Erbetta, fueron nombrados “a dedo”, por el ex presidente Mauricio Macri; símbolo máximo, de la utilización de la justicia con fines políticos y económicos. También, hay que rememorar que estas nominaciones tuvieron la bendición del bloque de senadores Justicialista, que conducía el ex senador Miguel Pichetto. Sólo se opuso a este delirio institucional -como siempre- CFK, y su bloque de senadores. Al lector inquieto, lo invito a que repase cómo votaron los senadores del PJ. Encontrará votos explicables y otros inexplicables, bah, o no tanto. 

Sigue Erbetta : “Y además (la CSJN) tiene una concentración de poder tremendo; no sólo porque tiene el control de la constitucionalidad de las leyes, sino que por vía pretoriana, en una caso que podría justificarlo, inventó la doctrina de la arbitrariedad, y hoy el 96% de los casos de la Corte son por arbitrariedad; de modo que tiene la facultad de revisar la sentencia de cualquier juez, de cualquier tribunal, de cualquier fuero del país…Además tiene el gobierno del Poder Judicial de la Nación. Y ahora tiene la Presidencia del Consejo de la Magistratura …. Todo eso en tres personas. Si eso no es una concentración anti republicana del poder… bueno, que alguien me lo explique…”

¡Irrefutable! ¿Qué es una tremenda concentración de poder anti republicana en la Corte sino un golpe de Estado de nuevo cuño? Esa enorme densidad de poder es la que le permitió encarcelar y proscribir de por vida a la lideresa más importante del país. Eso es una clara alteración del orden institucional.

Hoy como ayer, esas “movidas” tienen el amparo y participación directa del gobierno de los EE.UU. Basta ver las reiteradas visitas del Comando Sur norteamericano: Laura Richardson y el  almirante Alvin Halsey, sumado a las declaraciones de la Cámara de Comercio Argentino-EEUU (AmChAM), de Marcos Rubio, Peter Lamelas, y los viajes de jueces y fiscales argentinos al territorio norteamericano, y no precisamente de turismo. La intervención norteamericana en la detención y proscripción de CFK se hizo a cara descubierta, en forma descarada. El imperialismo existe, está más vivo y activo que nunca, aunque lo hayamos borrado de nuestro vocablo.

Pero ¿cómo se generó semejante concentración de poder? Sin duda, la causa principal de este desastre institucional fue la claudicación de la política ante el poder económico. Es como el cuento de la tortuga, que apareció arriba de un palo, no subió sola, alguien la ayudó, y fue la política. La teoría de la autodepuración de la justicia, que propiciaba el ex presidente Alberto Fernández y su jefe de gabinete Santiago Cafiero, claramente no funcionó; fueron cuatro años de ridícula complacencia ¿Candidez o complicidad? La respuesta es obvia.

En la primera fase de la cooptación de la política actuó el dedo mágico de Macri, ya lo vimos. Otros hitos importantes, fueron la forma irregular como el presidente de la CSJN, Dr. Horacio Daniel Rosatti, se alzó con la presidencia del Consejo de la Magistratura (nefasta herencia del no menos nefasto Pacto de Olivos), violando todos los procedimientos requeridos para acceder al cargo, incluido, el votarse a sí mismo. Una grosería institucional equivalente a un cuartelazo de antaño.

El otro zarpazo, no menor de los golpistas, es cómo se apropiaron de la Procuraduría General de la Nación; desplazando a la entonces Procuradora General, Dra. Alejandra Gils Carbó, con procedimientos típicamente mafiosos. La Dra. Gils Carbó tenía acuerdo del Senado, sufrió una campaña de hostigamiento feroz, con altos niveles de violencia y se vio obligada a presentar su renuncia, el 31 de diciembre de 2017. Es de destacar que fue una funcionaria eficaz y honesta. Su lugar lo ocupa, hasta hoy, en forma interina, el subprocurador Eduardo Casal. Un militante clave del Partido Judicial. 

Es la primera vez, en la historia argentina, que se aplica la proscripción selectiva. Una operación quirúrgica para alterar el orden democrático, disfrazada de fallo judicial El laboratorio de este tipo de ensayo fue Jujuy, con la prisión de Milagro Sala. El presidente Fernández, se negó a indultarla, con argumentos leguleyos, cuando el problema era político. Milagro sigue presa, y es un espejo donde se puede otear el futuro de CFK si el campo nacional y popular no dimensiona correctamente la situación. 

La Corte tiene tutelada la vida política del país. En Mayo del 2023, suspendieron cinco días antes de los comicios las elecciones en Tucumán y San Juan, para afectar las chances electorales del peronismo. El 19 de diciembre del 2024, se inmiscuye en Formosa, declarando inconstitucional el artículo 132 de la Constitución provincial, accediendo a un pedido de la oposición. Un traje a medida de las apetencias electorales de la derecha ¿Qué necesidad había de inmiscuirse en las autonomías provinciales con un fallo de esa naturaleza? Sólo se explica porque no le pueden ganar una elección al gobernador Insfran.

La Argentina ingresó en una etapa inédita de su vida política. Nunca en nuestra historia se encarceló y proscribió al líder del movimiento, sin proscribir al movimiento. Si no se refunda el Poder Judicial y se democratiza la Argentina será ingobernable y la democracia una ficción. Los próximos presidentes elegidos por el voto popular, sean quienes sean, serán un remedo de José María Guido, el presidente títere, que sucedió a Arturo Frondizi. 

No se puede validar la actual situación política con un silencio cómplice. No se puede actuar en política como si nada hubiera pasado. Lo que hoy le aplican a CFK, se lo van a aplicar a todos los gobernantes que quieran salirse de la huella que marcan los poderes económicos. Con la realidad se puede hacer muchas cosas, hasta cambiarla. Lo que no se puede hacer es desconocerla, por eso hay que luchar con “audacia, inteligencia y realismo” para que vuelva la democracia, sin tutelas. 

En Argentina la CSJN no dictó un fallo, dio un Golpe de Estado, en el que proscribió a CFK. Y con proscripción no hay democracia. Si no entendemos ese “detalle”, nos vamos a pasar el tiempo discutiendo lugares en las listas, para nunca cambiar nada, mientras se llevan puesta a la patria, y con ella nuestros sueños y esperanzas.

*Fuente Pagina 12