“La soberanía nacional también se defiende con la cultura”

                                                 (Osvaldo Pugliese)

Por Camilo Gómez Montero*

La invitación para sumarnos a los Círculos de la Resistencia, un espacio de encuentro con espíritu federal y diverso, con la idea de reunirse para reflexionar y también accionar en esta hora de la Patria, nos llegó en el momento en que, justamente, nos encontrábamos proyectando en todo el país el documental “LAGO ESCONDIDO, Soberanía en Juego”.  

Este documental da testimonio de la Séptima Marcha por la Soberanía al Lago Escondido, donde el multimillonario británico Joe Lewis ha establecido un feudo de 12 mil hectáreas en la Patagonia argentina. El film ya alcanza las trescientas diez proyecciones presenciales en todo el país, de la mano de los propios activistas marchantes al Lago Escondido, generando encuentros y debates en una verdadera ruta soberana que pretende advertir sobre los peligros de la extranjerización de la tierra en la Argentina.

Un caso testigo de esa extranjerización es el Lago Escondido, en la Patagonia Argentina, más precisamente en la Provincia de Río Negro. Allí, el multimillonario británico Joe Lewis se adueñó -de manera ilegal- de 12 mil hectáreas, apropiándose, además, de un lago, el Lago Escondido, cerrando el ancestral camino público de Tacuifí, la senda por la cual cualquier visitante podría acercarse a disfrutar de ese bellísimo espejo de agua.

Año a año, un grupo de militantes del campo nacional y popular, llegados desde todas las provincias argentinas y conducidos por FIPCA (la Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua) llevan adelante marchas y reclamos desde el 2017 en el Lago Escondido.

Los militantes, bajo el “Las Malvinas son Argentinas y el Lago Escondido también”, destacan por una gran diversidad de identidades: desde peronistas a socialistas o comunistas, pasando por veteranos de la guerra de Malvinas, Pueblos Originarios y militantes cristianos, entre otros. Así, entre esas montañas y lagos patagónicos, este grupo debe sortear, no solamente las dificultades propias que impone la naturaleza sino, además, a matones y patotas paraestatales al servicio del inglés Lewis que, disfrazados de gauchos, de a caballo y con armas de fuego, intentan impedir de manera violenta, la llegada de los marchantes hasta el Lago.

El documental, que da testimonio de manera directa de todos estos hechos, fue realizado de manera totalmente independiente, sin contar con ningún tipo de apoyo económico. Todos los intentos por conseguir coproducción o ayuda para esta temática fueron infructuosos (no los esperaríamos obviamente del gobierno de Javier Milei, pero tampoco hubo ninguna voluntad de acompañarlo por parte del gobierno anterior) y pudo grabarse por la férrea voluntad militante de todo su equipo de realización y de producción. 

La película no está subida a internet, ni puede verse en ninguna plataforma. Las 310 proyecciones que acumula han sido posibles por el esfuerzo de los propios compañeros y compañeras que marchan al Lago Escondido y que, en este año y medio que pasó desde su estreno, la han llevado a lo largo y a lo ancho del país a escuelas, universidades, sindicatos, bares temáticos, iglesias, clubes, Espacios de la Memoria, salas de cine del INCAA, y a cada rincón de la Patria donde alguien quisiera proyectar el documental.

Creemos que se trata de una película que, si bien puede ser subida fácilmente a alguna red o plataforma, debe ser visualizada en conjunto, de manera presencial, para advertir y debatir sobre una problemática grave en nuestro país, como lo es la extranjerización de la tierra.  Así, se fue proyectando el film desde Jujuy hasta Ushuaia, literalmente y esta metodología continúa, prosiguiendo el recorrido en lo que va de este 2025 con la misma premisa: la de juntarnos e intercambiar, para pensar, pero no de un modo abstracto, sino en cómo hacer, en acciones concretas, en organizarse, recordando al querido Raúl Scalabrini Ortiz que señalaba que las obras grandes, en definitiva, son producto de la acción, no de la esperanza.

En los tiempos que corren, de consumos individuales en redes, plataformas y pantallas, quisimos hacer algo “contracultural”; buscando también, una reflexión presencial y colectiva.

Tal vez podamos decir que algo de esa idea hizo carne, va haciendo camino, porque un elemento fundamental para el recorrido fueron las solicitudes que fuimos recibiendo desde distintos pueblos y ciudades del país para proyectar el documental. Esto debemos destacarlo porque es un dato muy valioso: si la película lleva más de 300 proyecciones es debido al gran interés de quienes la piden, porque quieren ver un film que refleja una lucha concreta por una causa soberana en nuestro país. La soberanía como un interés real.

El cine y la cultura en general, como cada expresión cultural, son un derecho inalienable de los Pueblos de todo el mundo. “Ser cultos para ser verdaderamente libres”; decía José Martí o, en palabras de José Gervasio Artigas: se trata de ser tan valientes como ilustrados.

Quizás por eso un gobierno como el de Javier Milei -que no quiere que seamos Patria y sí una colonia- ataca con tanta saña a las instituciones y los hacedores culturales. Se trata entonces de resistir haciendo, accionando y multiplicando, en lo posible, de manera colectiva.

En ese camino nos encontrábamos, difundiendo la película, cuando nos enteramos de una propuesta tan oportuna y necesaria como la de conformar Círculos de la Resistencia en todo el país, que nos parece tan valiosa como urgente, al tratarse de una plataforma de encuentro para nuevas acciones culturales y, por lo tanto, también políticas.  Espacio desde el cual también podamos luchar por una verdadera democracia, en la cual no existan proscripciones a dirigentes nacionales y populares como estamos viendo en este momento con lo que ocurre con la detención de Cristina Kirchner, pero también con otras y otros dirigentes a los cuales no solamente se los priva de su libertad con causas de Lawfare, sino que, además, nos quitan a los ciudadanos el derecho de poder elegirlos.

El puntapié inicial de los Círculos de la Resistencia será este viernes 22 de agosto en la Ciudad de Buenos Aires, en el Centro Cultural Abra, momento para volver a decir que queremos ser Patria, no una colonia, y que necesitamos un país Soberano, con lugar para todas y todos, con Cristina libre y con una democracia plena y verdadera.

*Camilo Gómez Montero

Realizador correntino.

Guionista y director de “LAGO ESCONDIDO, Soberanía en Juego”.